martes, 21 de julio de 2015

Ahondar en el agua estancada, ennegrecida por el dolor,de habernos visto reflejadas. Como no respirar el mismo aire, si había algo que siempre me atrajo hacia el halo de tus labios. Quizás haya sido nuestra flagelación y la falta de empatía. Empuñar el cuchillo e infligir cortes. Establecer una distancia. Encuentro fortuito, esta vez dócil, entregándonos, agotando el deseo de posesión. Certeza inexorable. El humo, el estupor,  el bullicio, la estridencia. El frío, la vía publica, las estaciones, la noche que antes nos acogían, ahora me laceran, hasta dejarme  vacía, vulnerable. Quizas haya sido el mejor trago, después de haber bebido el amargo, con el cual nos supimos embriagar. 

lunes, 1 de junio de 2015

Infancia

Has/he fijado la mirada en el mar, el cual irrumpe en las rocas.
                   Has creído oír tu designio
Has/he venido a ver el mar, te/me ha cautivado hasta las lágrimas.
                              Has creído oír tu designio
Has/he inhalado su aroma que se dispersa en el viento.
          Has creído ver el horizonte
Has/he percibido la calidez del agua en la madrugada,
dejando caer en ella, el remanso que florecía.
                                        Has creído que el agua purificaría

domingo, 24 de mayo de 2015


Manos ásperas que acarician el rostro mas terso/ Agujas que se entierran en las sienes/ Laceraciones autoinfingidas/  Úteros en perpetua posesión/ Mártir y verdugo/ Sed y hambre voraces/ Enajenacion en la mirada/ Ceder la voluntad/ Arrojarse de la barca, mar adentro/

VI


Acallar cualquier ruido, cualquier voz
Rehuir al roce, a la caricia.
Contemplar la sucesión de imágenes que se iluminan en su parcialidad,
cuando la veracidad de estas reside en el existir, en la memoria.
Dejar de arrastrar en pos de si, cadenas oxidadas, herrumbrosas.
Infancia vidriada, frágil.
Suplicas fervientes de fe.
Dolor de las perdidas sucesivas.
suplicio de la condena presagiada, certera.
Sin olvidos, ni recuerdos para cruzar el límite de la confinación al cautiverio.

V


Tazar las lineas oblicuas del silencio
hurgar en la rugosidad de los pliegues húmedos,
la saliva espesa, la segregación de fluidos.
Retratar con trazos la anatomía, lo que en la memoria
aun permanece como un esbozo de condena,
de permanencia, murmullos que rehúsan a darme tregua.
Tragar en seco entre risas y sollozos.
Cavar en la tierra el ultimo halo de sofocación.

lunes, 11 de mayo de 2015

IV



Lo agreste ha secado mi lengua.

Boca de ardidas palabras, de gemidos, de voces ahogadas.


Pronunciar la sed, esa que me agrieta los labios ante 

la presencia.

La sed inexorable y este deseo profano, hereje que bulle por mi sangre.


Los condenados están cabizbajo , con el perdón que permanece en sus los labios, inmersos o sumergidos en las aguas que enturbian con su presencia, en el afán de deshacerse de los remordimientos que conllevan, que los atormentan. Desnudos, temerarios al punto de temblar y sonríen con el rostro afligido y la garganta obstruida por el porvenir. Cargando sobre si, mas de lo que sus pies han de soportar. Su lengua miente, ¡por amor! hipocresía ¡por temor!
Silencios solemnes ante las preguntas que no tienen respuesta, nada ha de salir de sus labios excepto la condena.

III

Permanecer en estado de quietud en silencio, indefinidamente en desconcierto, minutos y acontecimientos  presagiados, certeros, cautiverio inaudito el de las manos que recorren el cuello, sutil caricia, filo hostil. Permanencia en silencio,  aquel que tiembla, que sucumbe al igual que tu cuerpo encendido que se apaga. Mantiene la mirada fija a la mía, mantiene el silencio inaudito.

II


Regresas como el silencio,
el cual lleva una mordaza en los labios.
El rostro se vuelve nítido,
como una ardiente niebla que se espesa en el enigma.
Siendo cada vez mas densa.

I

Amante del placer hasta la atrocidad
imagino las sombras con tu figura
acariciando la extensión de piel  que se eriza.



viernes, 20 de febrero de 2015

XIV

Enardeces las llamas del incendio que se propagan, en la habitación en la cual yacen nuestros cuerpos.
Abro los ojos, fijando mi mirada en la tuya, desierto de arenas negras que no puede extenderse pero si profundizarse.
Tus manos comienzan a abarcar mi cuello, sobresaliendo mi venas, tus labios recorren mi piel erizando la , entrecortando el aliento.

miércoles, 11 de febrero de 2015

XIII

Temo que aguantar sea sinónimo de condescender.Temo acostumbrarme al silencio,  a las lagrimas que el sometimiento provoca.Temo que la angustia se convierta un estado de animo constante, si no  lo es aun. Temo de ver y de caminar mas allá por no saber donde ni cuando. Temo de ser cobarde a la vez que temo ser valiente. Temo dejar  mascaras para adoptar nuevas. Temo de perder lo que me ha quedado, lo que guardo con reselo. Temo de no conformarme de acuerdo con mis idealizaciones. Temo de dar torcer el brazo. Temo de las horas que pasan y la inercia bajo estas. Temo seguir esperando a alguien, a algo, a no buscarlo. Temo a mi identidad que construyo y de construyo como quien pudiera vaciar sus venas, aligerando una carga.