El vacío en el silencio, al igual que las palabras, hacen eco en los despojos del ser.
miércoles, 15 de octubre de 2014
XVIII
El silencio ensordecedor que llena el espacio de vacío, es irrumpido por voces, murmullos que me nombran.
En el espejo no encuentro mi reflejo sino mis reflejos.
No merezco la soledad ni la compañía por el mero hecho de que no merezco.
En el espejo no encuentro mi reflejo sino mis reflejos.
No merezco la soledad ni la compañía por el mero hecho de que no merezco.
XVI
Entre mis manos, mis dedos, cualquier flor se desoja, se marchita.
Me aferro a aquellos tallos con espinas secas que se incrustan en mi piel, hiriéndome, dejando fluir la sangre.
Me aferro a aquellos tallos con espinas secas que se incrustan en mi piel, hiriéndome, dejando fluir la sangre.
XIV
La calidez propia de tu designio
La luz que irradian tus pupilas, tus ojos, me enceguecen.
Tu rostro aquel que creia haber contemplado con anterioridad.
Me sumerjo entre tus palabras entre tu voz, entre tus labios.
XI
Me expongo,desnuda a la intemperie, siento el frío hostil en mi cuerpo, el cual voy dejando de sentir, he encontrado otro cuerpo del cual hacerme carne.
X
No dialogo mas que con la sombra que dejaste en mi, aquella que no es mas que el recuerdo, aquel que reincide, de tu rostro, tu mirada y la particularidad con la cual pronuncias las palabras entre tus labios, las cuales encienden una llama, que se propaga por mi piel, por mi cuerpo.
IX
No conseguía sostener mi mirada junto con la suya sin sumergirme en la marea, en sus ojos, sin tener la voluntad de emerger de ellos.
VIII
La avidez de tus labios y la sed inexorable que nos consume, agrietandonos la boca, la garganta, mientras recordamos los besos que nos hemos brindado.
VII
El afán de definir aquellas sensaciones sentimientos que son definibles, indescriptibles, el empobrecimiento del lenguaje.
La boca cerrada, enmudecida por voluntad propia, por imposición.
La boca cerrada, enmudecida por voluntad propia, por imposición.
V
Los hilos nos entrelazaron uniéndonos y aun lo siguen haciendo, no encuentro mayor calidez que la que me otorga tu presencia entre mis brazos.
IV
El presentimiento de la ausencia en el vacío, el silencio se propaga y extiende.
Una declaración de amor pronunciada al oído.
El intercambio de miradas, las voces ajenas hacen eco en mis oídos mientras que las propias hacen eco en los suyos.
A flor de piel la inocencia, característica a esa edad.
El amor . . . como describirlo si hasta ahora no me he permitido sentirlo.
Su nombre aun resuena a través del viento que juega entre las hojas de los árboles, secas, frágiles, desprendiéndolas hasta convertirlas en polvo.
Una declaración de amor pronunciada al oído.
El intercambio de miradas, las voces ajenas hacen eco en mis oídos mientras que las propias hacen eco en los suyos.
A flor de piel la inocencia, característica a esa edad.
El amor . . . como describirlo si hasta ahora no me he permitido sentirlo.
Su nombre aun resuena a través del viento que juega entre las hojas de los árboles, secas, frágiles, desprendiéndolas hasta convertirlas en polvo.
III
Ya no hay pechos donde encontrar consuelo, ni labios humedeciendo la piel, ni piernas donde acudir por las noches.
II
La sangre brotaba por los poros de su piel, de su boca.
El vacío fue el abismo del cual no pudo dejar de hundirse.
El fuego en conjunto con las llamas la redujeron a cenizas.
El vacío fue el abismo del cual no pudo dejar de hundirse.
El fuego en conjunto con las llamas la redujeron a cenizas.
I
El silencio de una despedida.
Tus oídos se obstruyen ante mis palabras.
Aquellas lagrimas que me ahogaban, aun lo siguen haciendo.
Tus oídos se obstruyen ante mis palabras.
Aquellas lagrimas que me ahogaban, aun lo siguen haciendo.
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